La minería en Bolivia enfrenta un dilema crucial. Mientras países vecinos atraen inversiones extranjeras masivas en este sector, Bolivia parece ser relegada. Lo asevera el experto y ex ministro de Minería Héctor Córdoba en una entrevista reciente con la periodista Amalia Pando, publicada en el medio digital Cabildeo.
Con el 47% de las exportaciones bolivianas provenientes de la minería, queda claro que este sector desempeña un papel crucial en la economía del país. Sin embargo, el declive en la participación del oro, pasando del 54% en 2022 a cifras menores en años recientes, plantea interrogantes sobre el futuro de la industria.
“La falta de exploración es la causante de nuestros males actuales. No repitamos lo mismo en el sector minero, atraigamos capitales y esto será posible si viene de la mano de la seguridad, de la protección de esos capitales, de esa gente que se arriesga al llegar a nuestro país y hay que involucrarse, comprometerse como Estado y desde las comunidades para que esto se dé, sino los días de la minería están contados”, enfatiza Córdoba.
Señala que la falta de seguridad jurídica y la percepción de inestabilidad política son los principales obstáculos para atraer inversiones extranjeras. Bolivia ha sido calificada como un país de alto riesgo para las inversiones y esta situación se ve agravada por casos de avasallamientos por parte de campesinos y cooperativistas, que generan incertidumbre y desconfianza en los inversionistas.
Córdoba, ingeniero metalúrgico con más de 30 años de trabajo en el ámbito minero boliviano, sostiene que – dada la disminución de otros sectores económicos y el agotamiento de los yacimientos tradicionales- “es imperativo atraer inversiones privadas (…) En este momento, las minas del Estado se están agotando y la mina San Cristóbal, privada, la más grande, en dos años terminará la explotación del yacimiento de zinc. Entonces, tenemos que atraer inversiones privadas para exploración”, asevera.
Bolivia posee un gran potencial minero que podría ser aprovechado con la participación de inversionistas y esto es vital para el desarrollo sostenible de la industria. Si el país aspira a posicionarse como un destino atractivo para la inversión minera, abordar estas preocupaciones y trabajar en la construcción de un entorno favorable para los inversionistas tanto nacionales como extranjeros es imprescindible, alega el experto.